Rescato tres fragmentos de un artículo de Jorge Molero-Mesa “Salud, actuación y actividad. La organización sanitaria obrera de la CNT y la colectivización de los servicios médico-sanitarios en la Guerra Civil española" sobre la Organización Sanitaria Obrera (OSO), la mutua sanitaria anarcosindicalista que existió durante los años treinta en Cataluña y a la que pertenecieron los médicos Javier Serrano y Félix Martí Ibáñez:
"Con estas premisas, bajo un clima de extrema
crisis social y sin que en ningún momento hubieran cesado las críticas y
denuncias hacia el sistema de asistencial liberal y benéfico desde las
filas anarcosindicalistas, un grupo de militantes propusieron,
en marzo de 1935 y desde las páginas de Solidaridad Obrera, la creación
de una red de consultorios gratuitos para obreros. Para empezar,
ofrecían a todos los compañeros enfermos sin recursos acudir al
consultorio “del camarada Serrano” dónde serían visitados gratis".
(...)
"El
objetivo final supondría crear un organismo sanitario capaz de
suplantar al establecido por el estado y las instituciones religiosas.
La financiación vendría de las aportaciones voluntarias de los obreros,
de los sindicatos y de otras sociedades culturales
y obreras (4). Las pretensiones de Serrano era conseguir que este
movimiento fuera acogido en el seno de la CNT. Su estrategia se basó en
separar de manera clara la labor de los técnicos y de los trabajadores
manuales en la organización de manera que no hubiera ningún atisbo de
dirigismo. De esta forma, los médicos y el resto de personal técnico se
limitaban a la propaganda y la asistencia sanitaria siendo el Consejo
Administrativo, compuesto exclusivamente por obreros manuales del
sindicato, el que realizaba las tareas de gestión".
(...)
"En
Julio de 1935, y ante la falta de recursos, el núcleo de obreros y
técnicos que habían estado organizando los dispensarios crearon la
Organización Sanitaria Obrera (OSO), una mutualidad que admitía
afiliados como el resto de mutuas comerciales sin abandonar
la asistencia gratuita a los obreros enfermos sin recursos. Las cuotas
exigidas a los afiliados eran las más bajas del mercado por lo que
seguían necesitando de las aportaciones voluntarias y el dinero recogido
en los festivales organizados con este fin (4)(5). El cambio de
orientación de la OSO le permitió, no sin dificultades, aumentar su
cobertura sanitaria por toda Cataluña a la par que aumentaba el número
de especialidades y los convenios con farmacias y clínicas diagnósticas y
quirúrgicas. En febrero de 1936, la OSO estaba presente en 12 barrios
de Barcelona y en 42 localidades de Cataluña (6). El número de afiliados
es difícil de conocer por las características de las fuentes que
manejamos. Si atendemos al balance económico de este mismo mes de
febrero de 1936, podemos observar que la organización cobraba 1.062
tarifas familiares y 435 individuales (7). Si consideramos que el tamaño
medio de la familia española en los años 30 era de 4,09 miembros (según
el informe FOESSA, 1970) podemos dar una cifra aproximada de 4.778
personas."
Para profundizar:
- Artículo de José Vicente Martí Boscá aparecido en el número especial 52 "100 años de anarcosindicalismo" de Solidaridad Obrera en 2010:
http://historiasocialdelamedicina.es/pdf2/Sanidad%20libertaria%20en%20Espa%C3%B1a.pdf
- Biografía de José Vicente Martí Boscà, médico anarcosindicalista de la Mutua Obrera Sanitaria (Madrid): http://www.todoslosnombres.org/php/generica.php?enlace=muestrabiografia&idbiografia=186&page=3
- Isaac Puente, el médico anarquista: libro que no trata de estas mutualidades sino de la vida de Puente y su perspectiva.
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