Minuto 12.48: "consigamos la igualdad de oportunidades haciendo que
los niños de 0 a 3 años tengan ya la mejor educación. No buscamos
guarderías donde se aparquen a los niños. Buscamos escuelas infantiles
para todos, iguales, que garanticen que enseñamos a aprender".
Yo quiero la "oportunidad" de poder pensar y expresar que una gran
parte de los trabajos son nocivos, violentos, adoctrinadores, destruyen a
las personas que trabajan en ellos y al
medio ambiente. No veo qué puede ser conciliable con eso.
Yo quiero la
"oportunidad" de no tener que elegir entre trabajar o quedarme en casa
criando en aislamiento (la mayor parte de las madres no tienen ni
siquiera esa oportunidad de elegir porque para sobrevivir no pueden
prescindir del salario durante una excedencia o corren el riesgo de
perder el empleo).
También quiero que mi hijo tenga la
"oportunidad" de no tener que ser institucionalizado con 3-4 meses
cuando nos necesitamos mutuamente, mucho menos con el autoengaño de que
alguien tiene que "enseñarle a aprender". Las crías de Homo Sapiens ya
venimos al mundo sabiendo aprender, gracias, y la "mejor educación"
durante milenios fue estar con la mamá y las alomadres en su día a día y
después con grupos de niños de diferentes edades.
Quiero tener la
"oportunidad" de que los trabajos asalariados se flexibilicen hacia las
necesidades vitales y acepten a los bebés en sus instalaciones, que se
rehumanicen, que haya guarderías en las empresas para usarlas en
determinados momentos o días...
Estas "oportunidades" no creo que tenga
mucho sentido suplicarlas a un partido político o a un Ayuntamiento sino
que habría que vivirlas, reivindicarlas y negociarlas de forma directa
en el lugar y foro pertinente, es decir, en el lugar de trabajo. Claro
está, requiere asumir ciertos riesgos y un poquito más de esfuerzo y
valentía que echar una papeleta anónima en una urna o rezar unas
oraciones a San Cuidados. La pregunta no es si alguien me concederá "el
derecho a...". La pregunta es: "¿Tendré el valor de hacerlo?"