Ha pasado mucho tiempo y creo que ya va siendo hora de volver a este blog. Gané el juicio a la UNED, que pretendía sancionarme en principio con 5 años de empleo y sueldo que después quedaron en mucho menos y, al final, en nada. Y todo por un asunto relacionado con una entrevista a un directivo de Telefónica y la mención en la pieza de un piquete de CNT que se estaba realizando a las puertas del acto que me había tocado cubrir.
Vuelvo con un texto que he escribí ayer en mi facebook y que creo que puede estar bien, como reflexión, para comenzar esta nueva etapa:
Hay
muchos libros que no me gustan, contenidos que me repugnan, libros que
promueven lo peor del ser humano, libros que mienten, libros que buscan
la sumisión. Sin embargo, nunca pediré la retirada, la prohibición o la
quema de ninguno de ellos. Algunos incluso están en mis estanterías,
como los libros de gangsters económicos que me gusta leer solamente por
conocer al enemigo y su forma de pensar.
Las ideas se combaten con ideas. Y el mejor combate es la reflexión y
la crítica acertada. Hoy hay muchas sumisiones de las que no se hablará
mañana en los grandes medios: sumisión al jefe o la jefa, sumisión a la
empresa, sumisión al gobierno, sumisión al fanatismo político, sumisión
al poder y al dinero, sumisión a la autoridad médica, sumisión al
profesor o profesora... Sin embargo, pocos libros lo defienden
explícitamente, lo que es una verdadera hipocresía (menos los
reglamentos disciplinarios de todas las instituciones).
Por
ejemplo, cuando firmas un contrato de trabajo, estás firmando una
sumisión y, lo peor de todo no es la explotación, es el dedicar (en la
mayor parte de los casos), un tiempo valioso a tareas inútiles,
superficiales, destructivas, que sirven a intereses de unos pocos
mientras, además, te roban la creatividad y el pensamiento. ¿Quién se
atreve a pedir el fin de la sumisión al trabajo asalariado y al poder?
¿Quién se atreve a ser insumiso en su puesto de trabajo cuando las
tareas que se realizan en la empresa sirven para construir un mundo
peor? ¿Quién se atreve a ser insumiso ante la propaganda, ante las
órdenes injustas o las separaciones forzosas de los seres a los que
amas, por ejemplo, de tus hiijos al terminar el permiso de
maternidad/paternidad?
Ahora se pide la retirada de un libro que hubiese pasado sin pena ni gloria sin la publicidad gratuita que se
le ha hecho... y el poder político de todos los colores lo apoya,
incluso lo exije. Se abre la veda a que se presione para que se retiren
otros libros, otros que quizás nos gusten algo más... Ten cuidado con lo
que deseas, quizás se convierta en realidad.
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