Cosificaciones

El concepto de "cosificación" es muy importante para entender la actualidad. En él tiene uno de sus grandes pilares la sociedad de consumo posterior a las grandes guerras del siglo XX y el trabajo industrial. El modo de vida resultante convierte en "cosas", "datos", "productos", "máquinas" y "objetos de consumo" a los seres vivos. Esto ocurre en el ejemplo que mencioné hace unos días sobre empleadas domésticas que tenían "garantía", o en otro post en el que aporté un ejemplo de unos embriones congelados que tenían "propietarios".

Nosotros mismos nos convertimos de forma voluntaria en "cosas" o elementos de un catálogo, por ejemplo, al tener una página personal en facebook (catálogo publicitario en el que podemos ser usuario y producto, sujeto y objeto al mismo tiempo) o cosificamos a los demás cuando buscamos un potencial ligue, una trabajadora, un prostituto o un "donante" de semen a través de internet por medio de una serie de categorías cerradas físicas, psicológicas o de curriculum vitae (que podrían ser consideradas también como "ficciones políticas", utilizando el vocabulario de Beatriz Preciado).  

Nuestra sociedad es la sociedad del ser humano de catálogo. La cibernética y la virtualidad han añadido un componente de videojuego e irrealidad a todo ello, mientras que la idea de "propiedad", "libre mercado" y "libertad individual" han creado la ilusión de que podemos poseer y conocer en cierta manera a las personas o elementos fragmentados de las mismas a través de compras y selección online. Como siempre, el campo bélico se encuentra a la vanguardia de estas tendencias, como veremos más tarde.

Es posible que la cosificación comenzara con la domesticación de algunas plantas y animales y también con la esclavitud de seres humanos. Lo novedoso quizás es que ahora, como ya imaginó Aldous Huxley, las cosificaciones se produzcan de manera voluntaria, o se escenifique una aparente libertad de elección cuando muchas veces solamente hay una opción posible o se elije solamente entre opciones previamente elegidas por otros. Por ejemplo, no existe el sufragio universal para votar el cargo del Alto Estado Mayor de la Defensa o la dirección del Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. Todo se andará. Si algún día esos cargos se someten a votación ya se encargará alguien de amañarlas o adoctrinarnos en la dirección adecuada. La libertad es escurridiza, tanto como el poder.

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/09/internacional/1328771875.html

 Una de las personas que más admiro en estos momentos por su valentía a la hora de enfrentar la injusticia y por su iniciativa personal es Chelsea Manning, antes conocida como Bradley Manning, el nombre que le pusieron sus padres al nacer, y que actualmente cumple una pena de 35 años por difundir documentos secretos militares. Sé que es posible que Manning y yo pensemos de formas totalmente diferentes en multitud de temas sin embargo encuentro muy acertada la forma en la que explica, en este artículo de The Guardian, cómo la "descosificación" es una tarea política y ética al mismo tiempo:

"Sentía que los "diarios de guerra" de Iraq y Afganistán (como han sido apodados) eran vitales para que la comprensión del público de los dos conflictos de contra-insurgencia interconectados desde una perspectiva en tiempo real y sobre el terreno. En los años en los que estos documentos fueron recogidos, el público rara vez tuvo un registro completo de la naturaleza caótica de la guerra moderna. Una vez que te das cuenta de que las coordenadas en esos archivos representan lugares reales, que las fechas son nuestra historia reciente y que los números representan vidas humanas - con todo el amor, esperanza, sueños, odio, miedo y pesadillas en las que todos vivimos - entonces no puedes evitar ser recordado lo importante que es para nosotros entender y, con suerte, prevenir tragedias así en el futuro."



ACTUALIZACIÓN 2/11/2015:

Sobre el catálogo humano, relacionado con este post sobre Richard Stallman: